Los portones de aluminio son la solución definitiva a muchos problemas respecto a los materiales tradicionales. Problemas como el óxido o la corrosión, que implican costosos trabajos de mantenimiento, se evitan con puertas de aluminio.
Se construyen sus puertas con aluminio extrusionado y ensamblado, como si se tratara de un “puzzle” formado con piezas independientes unidas o encajadas a la perfección, fabricadas y lacadas una a una con mimo y detalle. El resultado final es un producto elegante a la par que firme y robusto, con la gran ventaja que ante un posible daño o desperfecto, cualquiera de las piezas al estar ensambladas, no soldadas, se pueden sustituir sin que esto afecte al resto de la estructura y con un mínimo de esfuerzo.

El aluminio es un material ligero y resistente, igual de resistente que el hierro y la forja, pero con la gran ventaja de la NO OXIDACIÓN.
A mayores, es un material que no se parte. No nos podemos olvidar que el aluminio tiene otra gran ventaja: su durabilidad. A diferencia de otros materiales, ni le afecta la climatología ni los cambios de temperatura, ni se arruga, ni se deforma por la humedad y admite acabados en cualquier tipo de tonalidad. La duración del aluminio no tiene rival.